Tener Fe

Tener Fe. Fe es Acción y Decisión

 

Al vivir los retos cotidianos, en ocasiones es abrumante la cantidad de situaciones que debemos resolver y enfrentarnos. De vez en cuando un alma caritativa nos reconforta diciéndonos "Ten Fe, todo saldrá bien".

 

Al recordar los últimos dos años de mi vida encuentro varias ocasiones en que las me he encontrado muy desanimado ya que las cosas no salían como se tenían planeadas o como se esperaban, muchas veces un cuando era casi seguro que se lograrían, "algo pasaba" y se posponía o fracasaba el proyecto.

 

Es entonces cuando recordaba las palabras "Ten Fe, todo se arreglará" y en verdad me auto convencía de ello y las palabras y un sentimiento reconfortante me ayudaban a seguir en el camino.

 

En base a los resultados finales de varias de esas situaciones y a varios "descalabros" tuve que aprender que "El tener Fe" por sí solo no resuelve los problemas. Debemos hacer, actuar, incluso planear lo que haremos y los pasos concretos para resolver el problema, tuve que hacer el plan A, el Plan B e incluso el C, D y E.

 

Existe un refrán árabe me parece que dice "Ora a Dios pero ata tu camello", para mí este refrán simplifica una gran verdad, Sí, debemos rezar, tener Fe pero también actuar para que esa Fe fructifique. Ara mi Tener Fe es crear, es tener iniciativa y actuar esperando lo mejor.

 

Por ejemplo, en otras ocasiones he hecho planes, he trabajado para lograr metas específicas, medibles y alcanzables, pero sin Fe. Y... Adivinaron? Tampoco logré el resultado esperado.

 

¿Qué falló? Ahora sé que la combinación de Fe y Acción son esenciales para realizar lo que quiero. Ahora sé que La Fe no es sólo creer, creer es pasividad, la Fe es Acción y es Decisión.

 

Tener Fe por supuesto tiene que ver con creer en Dios, pero también se debe tener Fe en nosotros mismos, creer en nuestra capacidad de adaptarnos y resolver problemas con creatividad y acción, sabiendo que existe un factor que sale se nuestro control y estos aspectos los dejamos a un designio superior, teniendo Fe que los resultados serán lo mejor porque nosotros actuamos lo mejor que pudimos y porque en base a ello esperamos con Fe que el resultado sea el que esperamos o aún mejor.

 

Respecto a ese aspecto o factor que no podemos controlar es donde la Fe en Dios actúa en nosotros, tener fe no es una emoción. Hebreos 11:1 dice que es "La expectativa segura de las cosas que se esperan, la demostración evidente de realidades aunque no se contemplen".

 

Además, recordemos que "la fe sigue a lo oído". Así pues, no podemos tener fe sino sabemos cuáles son "las cosas que se esperan". Para tener esa fe, debemos "oír" precisamente que son esas cosas. Para ello es imprescindible adquirir conocimiento de nosotros mismos y este es un proceso continuo, ya que nunca acabaremos de conocernos y lo que deseamos, de lo que somos capaces. Entonces, una vez teniendo conocimiento, nuestra fe tendrá bases sólidas, no será una simple emoción sobre algo desconocido, y esta misma fe hará que "demostremos" que creemos en "realidades aunque no se contemplen”.

Por lo tanto, es sumamente necesario adquirir conocimiento para poder tener fe; entre más conozcamos, más fe tendremos. Pero que el conocimiento llegue al corazón, no solo a la mente, pues de otro modo, de nada servirá el conocimiento, ¿De qué manera hacemos que llegue al corazón?, una palabra: Empatía, tratar honradamente de ver las cosas desde el punto de vista de los demás, así como el propio.

 

Al respecto de Tener Fe, les dejo algunas reflexiones:

 

Tener fe es ACEPTAR los designios de Dios aunque no los entendamos, aunque no nos gusten. Si tuviéramos la capacidad de ver el fin desde el principio tal como Él lo ve, entonces podríamos saber por qué a veces conduce nuestra vida por sendas extrañas y contrarias a nuestra razón y a nuestros deseos.

 

Tener fe es DAR cuando no tenemos, cuando nosotros mismos necesitamos. La fe siempre saca algo valioso de lo aparentemente inexistente; puede hacer que brille el tesoro de la generosidad en medio de la pobreza y el desamparo, llenando de gratitud al que recibe y al que da.

 

Tener fe es CREER cuando resulta más fácil recurrir a la duda. Si la llama de la confianza en algo mejor se extingue en nosotros, entonces ya no queda más remedio que entregarse al desánimo. La creencia en nuestras bondades, posibilidades y talentos, tanto como en los de nuestros semejantes, es la energía que mueve la vida hacia grandes derroteros.

 

Tener fe es GUIAR nuestra vida no con la vista, sino con el corazón. La razón necesita muchas evidencias para arriesgarse, el corazón necesita sólo un rayo de esperanza. Las cosas más bellas y grandes que la vida nos regala no se pueden ver, ni siquiera palpar, sólo se pueden acariciar con el espíritu.

 

Tener fe es LEVANTARSE cuando se ha caído. Los reveses y fracasos en cualquier área de la vida nos entristecen, pero es más triste quedarse lamentándose en el frío suelo de la autocompasión, atrapado por la frustración y la amargura. Recuerda "Cae 7 veces y levántate 8".

 

Tener fe es ARRIESGAR todo a cambio de un sueño, de un amor, de un ideal. Nada de lo que merece la pena en esta vida puede lograrse sin esa dosis de sacrificio que implica desprenderse de algo o de alguien, a fin de adquirir eso que mejore nuestro propio mundo y el de los demás.

 

Tener fe es VER positivamente hacia adelante, no importa cuán incierto parezca el futuro o cuan doloroso el pasado. Quien tiene fe hace del hoy un fundamento del mañana y trata de vivirlo de tal manera que cuando sea parte de su pasado, pueda verlo como un grato recuerdo.

 

Tener fe es CONFIAR, pero confiar no sólo en las cosas, sino en lo que es más importante... en las personas. Muchos confían en lo material, pero viven relaciones huecas con sus semejantes. Cierto que siempre habrá gente que te lastime y traicione tu confianza, así que lo que tienes que hacer es seguir confiando y sólo ser más cuidadoso con aquél en quien confías dos veces.

 

Tener fe es BUSCAR lo imposible: sonreír cuando tus días se encuentran nublados y tus ojos se han secado de tanto llorar. Tener fe es no dejar nunca de usar tus labios con una sonrisa, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes cuando tu sonrisa puede dar luz y esperanza a la vida de alguien que se encuentre en peor situación que la tuya.

 

Tener fe es ANDAR por los caminos de la vida de la forma en que un niño toma la mano de su padre. Es que dejemos nuestros problemas en manos de DIOS y nos arrojemos a sus brazos antes que al abismo de la desesperación. Fe es que descansemos en él para que nos cargue, en vez de cargar nosotros nuestra propia colección de problemas.

 

Recuerda, no importa lo que estés viviendo, ¡Todo siempre está bien!, las vivencias que estén pasando son las que necesitamos para aprender y crecer. Solo enfoquemos y pongamos toda nuestra intención y toda nuestra atención en una sola cosa a la vez, ya “empoderados” nuestra Fe crece y los resultados pueden exceder lo que esperábamos. La diferencia entre Lo que eres y lo que quieres ser, es lo que haces.

 

La única cosa que mantiene tu objetivo fuera de alcance es porque asumes que es inalcanzable...

Eres capaz de hacer únicamente lo que crees que eres capaz de hacer.

¿Hay sueños que no te atreves a soñar porque has decidido que no lo puedes obtener?

Si es así, entonces tus expectativas negativas se convierten en una profecía auto cumplida.

Antes de abandonar o minimizar tus sueños más atesorados, piensa en esto.

Cuando tu objetivo es significativo y poderoso lo puedes alcanzar no importa lo que sea, nunca eres demasiado viejo o joven, rico o pobre, para dirigir la energía de tu vida hacia un objetivo importante. La vida se trata de hacer la diferencia y eso es algo que puedes hacer no importa cuáles sean las circunstancias.

Hay un lugar al que verdaderamente quieres ir, algo que sinceramente deseas conseguir, en este preciso momento.

Tomate el tiempo para encontrarlo comprométete a él y haz el esfuerzo para hacer que sucedan tus sueños, representa algunas de tus regalos más verdaderos que puedas darle a la vida.

 

Atrévete a soñar, que lo mejor de soñar es que se puede expresar. Pero recuerda, Algunas personas sueñan en el éxito, Otros se despiertan, trabajan duro y hacen que suceda.

 

Que en tu vida haya suficiente FE para afrontar las situaciones difíciles, junto con la necesaria humildad para aceptar lo que no se pueda cambiar y la sabiduría y humildad para reconocer y actuar con decisión cuando el de deba cambiar sea yo.

 

En otro día hablaré sobre Cómo lograr las metas que nos propongamos.

 

Les deseo a todos Fe en ustedes mismos,

 

Agustín Corona

Director, DHC Training

www.desarrollodehabilidades.com.mx